26 de enero de 2009

PALOMARES - CRISIS RADIOACTIVA



Escrito por Graciela Vera






HORA DE ENFRENTARSE A LA VERDAD

Las autoridades españolas dicen que no hay peligro porque la contaminación radiactiva no está en el aire y para evitar que los movimientos de tierra producidos por las excavaciones para construir viviendas o la remoción provocada por los arados preparando la tierra para cultivos, decide, cuatro décadas después de que dos bombas dejaran escapar plutonio en Palomares, expropiar los terrenos contaminados.






El 17 de octubre de 1995 el Consejo de Seguridad Nacional aportó al Congreso de Diputados información que establece que el material contaminado (tierra) que fue colocado en barriles y retirado de la zona se limitó al entorno que presentaba mayor presencia de radiación, menos del 0,97 por ciento del área afectada y que el resto del terreno fue 'labrado, regado y sepultado bajo medio metro de tierra buena.



Ese 0,97 de material radioactivo recogido llenó 5.500 barriles que supuestamente fueron trasladados a los EE.UU.
Desde que comencé a investigar sobre estos sucesos he sentido enormes deseos de acceder a un contador Geiger y con él funcionando recorrer lo alto de Sierra Alhamilla, precisamente dirigirme a una hoya donde los lugareños suponen que puede haber algo anormal ¿pueden ser 5.500 barriles de tierra radioactiva ese algo anormal?

¿Fueron enviadas las 1.400 toneladas de tierra removidas a Carolina del Sur o continúan en Almería?

El informe señalado con el número 021275 del Consejo de Seguridad Nacional que se entregó al Congreso de los Diputados en 1995 dice que en un pozo construido con esa finalidad fueron enterradas 'cantidades sin determinar' de la tierra removida.

¿Podrían ascender esas cantidades indeterminadas a 5.500 barriles de tierra contaminada con radioactividad? ¿Podría acaso ese pozo estar en medio de una hoya en lo alto de Sierra Alhamilla?

Los controles realizados en aquel momento y con posterioridad, tanto por la Junta de Energía Nuclear como por otros organismos, han sido tan burdamente escasos y mal enfocados que es preferible creer que los intereses creados para ocultar la gravedad de los hechos fueran de tal magnitud que justificaran, si eso es posible, la burlesca ironía conque se daba vía libre a la construcción de urbanizaciones de lujo, hoteles, y toda una infraestructura que dio a las zonas aledañas a Palomares un potencial turístico de primera magnitud.

El Dr. Pedro Antonio Martínez Pinilla puede ser considerada la única persona que ha realizado hasta ahora un seguimiento serio y continuado de la situación.

Se trata de una de las mayores eminencias en patologías relacionadas con la radioactividad y, al haber encontrado en varias webs una entrevista realizada por Javier Matamala García, editor de la web Almediam nos permitimos transcribirla textualmente ya que su lectura despejará dudas y permitirá aclarar conceptos.

Otros estudios realizados por el Departamento de Física de la Universidad Autónoma de Barcelona han permitido conocer que muestras de placton recogidas en el golfo de Vera contienen cantidades muy superiores de radiación que otras recogidas en otras zonas del mar Mediterráneo.

Continuando con los interrogantes cabe preguntarnos, si realmente no hay motivos de preocupación ¿porqué los EEUU continúan preocupándose por el accidente ocurrido hace 38 años?


AUTORIDADES CONSCIENTES DEL PROBLEMA


Se detiene la construcción en la zona afectada y se prohíbe todo tipo de actividad agrícola El CIEMAT (Centro de Investigación Energética y Medio Ambientales) ya había alertado de que los restos de plutonio existentes en zonas próximas al lugar donde cayeron las bombas se estaban desintegrando y transformando en americio y que sería necesario acometer un plan de investigación antes de realizar en la zona actividades agrícolas o urbanísticas que pudieran provocar el afloramiento de la contaminación.

Entre los años 1988 y 1904 fueron encontrados restos de plutonio en 29 personas y de americio en seis. Hace algunos meses la Presidenta del CSN (Consejo de Seguridad Nuclear), Teresa Estevan Bolea dijo que se pondría en marcha una investigación para comprobar el grado de 'posible' contaminación radiactiva y en caso de encontrarla proceder a la descontaminación.

Como medida preventiva se evitará toda remoción de tierras en la zona. Seguimos haciendo preguntas ¿no habrá pasado ya demasiado tiempo de cultivos y construcciones en el lugar?. Quizás pero siempre es valedero comenzar en algún punto.

Ahora esperamos los estudios, y saber como se piensa descontaminar algo que por 38 años ha ido penetrando y que posiblemente demore siglos en desaparecer del ambiente?
Quizás sea hora de que España exija responsabilidades al el gobierno de los EEUU y el mismísimo Tribunal de la Haya.

Desde Almería en el sur del norte a noviembre 2004


El tiempo ha pasado y podemos leer :

Como conclusión, parece evidente que estos estudios científicos demuestran fehacientemente que tras 38 años del accidente nuclear de Palomares, las consecuencias no sólo no se han disipado, sino que siguen y seguirán afectando a las comunidades biológicas de la zona durante los miles de años que estos elementos transuránicos, en especial el plutonio, tardan en degradarse.

Lo que también es evidente es la reacción anormal –o ausencia de la misma- de las distintas administraciones implicadas en el control de estos residuos radiactivos, del seguimiento epidemiológico de los habitantes de esta comarca y de los demás seres vivos que viven en ella.

En cuanto a los susceptibles políticos, habría que recordarles que es legítimo potenciar el desarrollo de estas áreas y nadie lo ha puesto en duda, pero que es un deber inalienable de los mismos procurar por la salud de los habitantes de esta zona, así como emplear todo el tiempo que utilizan en descalificar o quitar trascendencia a estos estudios, en defender realmente estos derechos y exigir que se investigue aún más, que se estudien soluciones paliativas y que dejen de actuar como un estorbo para el desarrollo de la ciencia.

Lo anterior son conclusiones finales de un interesante escrito de José Javier Matamala García, editor de Almediam, que podemos y recomiendo se lea en http://marenostrum.org/ecologia/medio_ambiente/palomares/

la historia de las bombas de Palomares:

http://www.uruguayinforme.com/articulos/16012004veraalmeria.htm



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