11 de agosto de 2009

ORANGUTANES - nos sorprenden

Un animal es un ser orgánico que vive, siente y se mueve por su propio impulso.



La Enciclopedia Encarta define: Animal, cualquier miembro del reino Animal. Este reino comprende todos los organismos multicelulares que obtienen energía mediante la digestión de alimentos, y contienen células que se organizan en tejidos.

Los seres humanos somos pues animales, con capacidad de pensar y decidir pero en definitiva animales con todos los instintos primarios a flor de piel.

Somos mamíferos primates (especie a la que pertenecen los monos y los humanos); éstos últimos con características biológicas que nos diferencian del resto de las especies vivientes: pensamiento abstracto y lenguaje que nos permiten comunicar ideas que forman parte de la conciencia o facultad para conocernos a nosotros mismos y a nuestros estados de ánimo.

Aristóteles realizó quizás la más sencilla y contundente de las definiciones: el hombre es un animal racional.

La inteligencia es lo que diferencia al hombre de los animales.

¿Realmente?





¿Por qué los destruimos?

¿DIFERENTES?

Muchos ejemplos desmoronan la teoría de que los animales actúan siempre por instinto y no por voluntad, sus actos están programados o dictados por la necesidad biológica y que no poseen conciencia.

Los seres humanos solemos negarnos a ver las semejanzas que tenemos con especies que considerados inferiores pero cuando abrimos los ojos, es entonces que el asombro no nos deja ni pestañear.

Los humanos usamos palabras para comunicarnos con tan poco criterio que muchas veces no entendemos lo que dice el que está frente a nosotros y debemos recurrir a la mímica, el mismo idioma de señas que utilizan nuestros críos cuando aún no se han iniciado en el idioma hablado.

Investigadores escoceses de la Universidad de St. Andrews, han establecido que los orangutanes también usan la mímica para hacerse comprender, pero ya no entre sí, sino con sus cuidadores humanos.

Recientemente la revista Current Biology (Biología Actual) publicó el descubrimiento señalando que los orangutanes se comunican mediante un lenguaje de gestos, similar al que los seres humanos emplean cuando juegan a adivinar títulos de películas.

Pero dejémonos ahora de adivinanzas y regresemos a nuestra cotidiana existencia. Pensemos en el último gran berrinche de nuestro hijo, nieto o el vecinito de al lado.

Él quería algo, deseaba alguna cosa más allá de la lógica; quizás una golosina, un autito nuevo, que lo dejaran ir a jugar con sus amigos; alguna cosa que en el momento le fue negada y ello le provocó tal arrebato de furia que gritó, lloró, se puso colorado y hasta se revolcó por el suelo.

Un comportamiento común en los niños y que no es ajeno dentro de otros parámetros a muchos mayores de la especie humana y que se ha observado que tampoco es ajeno a los orangutanes cuando no reciben lo que quieren y más si saben que pueden obtenerlo.

Nos encontramos con que no es tanta la diferencia entre los humanos y estos grandes simios, a más del pulgar, ese dedo que nosotros poseemos fuerte y hábil –fijémonos si aún lo tenemos- y que representa nada menos que la civilización misma y del que carecen la mayoría de los mamíferos o, como el orangután, lo tienen muy corto y débil, lo que significa, aún sin desarrollar por completo.

Cuando dejamos atrás nuestro último antepasado común, emergimos con ese pulgar que nos hace diferentes, y esa disparidad nos permite encontrar las similitudes que nos hacen pensar que no hay tanta diferencia.

Por lo demás, la ciencia nos ha develado que gorilas, orangutanes, chimpancés y seres humanos comparten más del 97% de su información genética.

¿Inteligencia? ¿Aprendizaje? ¿Civilización? ¿Diferencias?



Los orangutanes son muy inteligentes – usan herramientas y un ejemplo es que obtienen la miel de las colmenas utilizando palillos.

Y a diferencia de quienes necesitamos un GPS, un mapa o una brújula para encontrar el camino correcto, ellos encuentran siempre la forma de llegar a determinados árboles justo en el momento en el que la fruta está madurando.



ARQUITECTOS Y DISEÑADORES DE MODA

Los orangutanes no son los únicos simios que construyen su casa o nido para dormir, pero éstos además de la base colocan sobre ‘su lecho’ un techo que los protege de los rigores del clima y hablando de inclemencias, también se protegen de la lluvia con chubasqueros y paraguas.

No son de plástico de colores como los que usan los humanos pero su ingenio no parece detenerse por minucias como la elaboración de moldes o el terminado en pespuntes; los orangutanes utilizan los materiales que tienen a mano, se protegen tanto de la lluvia como del calor sosteniendo ramas con hojas sobre sus cabezas y envuelven grandes hojas alrededor de la cabeza y el cuello.

Y llegando a este punto nos preguntamos si los orangutanes llegarán algún día a desarrollar totalmente su pulgar y de hacerlo, qué diferencia habrá por entonces entre nuestras especies.

Podemos estar ante una pregunta que no tendrá nunca respuesta. Los humanos no queremos competencia. Es otra característica que nos diferencia de los grandes monos: somos egoístas.

El ser humano tiene instintos primarios únicos, como el de destruir y destruirse, matar simplemente por encandilarse con un incalificable sentimiento de poder.

Posiblemente ya hemos hecho todo lo posible para que estos grandes monos que no son tan diferentes a nosotros, dejen de existir a muy corto plazo, posiblemente apenas una década basta para que los orangutanes pasen al libro de las especies desaparecidas.




UN RITMO DE REPRODUCIÓN MUY LENTO PARA SALVARSE

Al igual que en los humanos, las hembras de orangután están en condiciones de procrear recién después de alcanzar los 12/15 años de edad y dan a luz en espacios que oscilan de los 3 a 8 años.

Un ritmo de reproducción tan lento para recuperarse de la muerte provocada por grandes incendios, desforestación de los bosques que han sido su hábitat y caza indiscriminada o, quizás en este punto debamos hablar llanamente de asesinato.

Se estima que el orangután estará genéticamente muerto dentro de cinco a diez años. Después de ese tiempo quedarán aún orangutanes pero serán poblaciones insuficientes para que la especie sea viable.

En el siglo pasado y lo que va del actual se ha producido una alarmante reducción en la población de orangutanes, el fenómeno se ha acrecentado especialmente en las últimas décadas a causa de la deforestación de las selvas de la reserva de Kinabatagan, en Malasia donde los pocos orangutanes que quedan no pueden sobrevivir en plantaciones controladas.

Los últimos lugares del planeta donde quedan orangutanes ‘en libertad’ son las islas de Borneo y Sumatra. Menos de 3.000 ejemplares en Sumatra y entre 10 y 15.000 en Borneo, una cifra muy inferior a los 60.000 que fueron censados a finales de los años 90.

Karmele Llano, veterinaria española que trabaja en Indonesia precisamente en la conservación de primates como el orangután se ha referido a su futuro con la crudeza de quién anuncia un mañana que ya no es posible revertir ‘Se considera que el orangután estará muerto genéticamente dentro de entre cinco y diez años. Eso significa que no quedarán suficientes animales para que la especie sea viable genéticamente’

¿Y qué puede importar si en definitiva los orangutanes no tenían un pulgar como el nuestro que, como para la destrucción de tantas otras cosas, también nos ha servido para acelerar su desaparición?



DENUNCIA





El orangután es un animal ¿animal? pacífico que generalmente no ataca ni a otros animales ni a humanos.

Hemos sido los humanos –con nuestro pulgar desarrollado en símbolo de civilización- quienes les hemos matado indiscriminadamente, los cazamos para exhibirlos en zoológicos y circos, los disecamos como trofeos y muy pronto pondremos en subasta la imagen del último de su especie.

La organización WWF/Adena denuncia el asesinato en la región congoleña de cuatro gorilas de montaña, una especie de gorilas sumamente vulnerable por su ubicación y porque quizás sean de los primeros en desaparecer de la faz del planeta.



Graciela Vera

COMO ACABAR CON LOS INCENDIOS FORESTALES


FUENTE: DIARIO OFICIAL DE ALBERTO VÁZQUEZ-FIGUEROA

En mayo del 2005 le indiqué al entonces Ministro de Industria, señor Montilla la conveniencia de aprovechar el mar con el fin de Reciclar energía, por lo que ordenó que se realizara el estudio “Aprovechamiento hidroeléctrico con agua de mar por el sistema de acumulación por bombeo”. (22/02/06)
En el se determina que cualquier Central de Bombeo Reversible de Agua de Mar rinde unos beneficios del 9 % anual, y se amortiza en catorce años.

Pese a estar diseñada para utilizar agua de mar, su funcionamiento es idéntico al de las Centrales Reversibles de ríos y pantanos ya que bombea agua a lo alto de una montaña en “Horas Valle” con el fin de dejarla caer y turbinarla en “Horas Punta”.

Lo que en esencia hace es “Reciclar” energía con la ventaja de que el mar es inagotable, el depósito inferior gratuito y no se mantiene “cautiva” un agua potable cada vez más escasa.

Nuestro país se encuentra prácticamente rodeado de mar y de montañas por lo que se han localizado unas ochenta cimas en las que podrían instalarse Centrales de Bombeo de Agua de Mar.
Dados los eficientes sistemas de control y las modernas instalaciones de “Red Eléctrica Nacional” se encuentra en condiciones de “desviar” de forma inmediata los excedentes de potencia disponibles hacia la Central de Bombeo de Agua de Mar más cercana.

De ese modo tendría inmediato conocimiento de cuanto potencial de energía hidráulica dispone para compensar las “Horas Punta” y evitaría tener que estar produciendo un 10% de potencia excedente destinado a evitar un colapso motivado por el inesperado aumento de consumo.

A ese respecto, el Director en Canarias de Red Eléctrica Española don Santiago Marín ha señalado:

Tres son las áreas de beneficio que el sistema aporta a la mejora de la eficiencia:

1.-Capacidad de almacenamiento de energías fluyentes, (eólica y fotovoltaica).
2.-Aplanamiento de la curva de demanda eléctrica.
3.-Provisión de servicios esenciales para la calidad del suministro puesto que proporciona una inmejorable capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia.

La verdadera “Alternativa” de la energía eólica se centra en que necesita que se instale una “fuente de energía alternativa” que funcione a todas horas para cuando no sopla viento.

Las Centrales de Bombeo de Agua de Mar aprovecharían de un modo más lógico una caprichosa energía eólica que “Nunca llega cuando hace falta pero siempre aparece cuando no se necesita”.

El 21 de Mayo del 2005, en unos momentos en que nuestro país se encontraba al borde del colapso energético, de los 9.000 MW eólicos instalados, tan solo funcionó el 5% cuando ese mismo año la generación por viento supuso un sobre coste para los ciudadanos de 740 millones de euros que tan solo favoreció a unos pocos empresarios.

El 27 de Junio del 2005 un tornado derribó dos torres de alta tensión por lo que los sistemas de seguridad de tres parques eólicos los desconectaron de “La Red” que se encontró de improviso con una caída de potencia de 1.300 MW que a punto estuvo de dejar a oscuras a toda la nación lo que hubiese constituido una catástrofe sin precedentes.

Continuar permitiendo que los parques eólicos constituyan semejante peligro significa una insensatez, por lo que resulta esencial- y urgente- transformar toda su energía altamente inestable en potencial de energía hidráulica controlada.

Cada metro cúbico de agua de mar depositado en lo alto de una montaña de seiscientos metros de altura significan casi dos kilovatios de energía recuperables en menos de un minuto, con lo que las montañas se convertirían en “bancos” en los que guardar los ahorros energéticos.

En caso necesario se mismo metro cúbico puede transformarse en medio metro cúbico de agua desalada por presión natural a un coste mínimo.
La ecuación es simple: sobra energía nocturna y agua de mar; falta energía diurna y agua dulce; siempre que exista una montaña cerca un problema resuelve el otro.



INCENDIOS FORESTALES:

Los incendios forestales contribuyen al calentamiento y la desertificación del planeta, provocan cientos de muertes, conducen a familias a la desesperación y la ruina y nos afectan cíclicamente, pero a lo largo de milenios no se ha sabido encontrar solución válida alguna porque siempre existirá un loco, un pirómano o un desalmado que convierta en inútil cualquier tipo de prevención.

No obstante merced a las nuevas tecnologías esa solución existe para un gran porcentaje de tales catástrofes porque si algo nos ha enseñado la experiencia es que el único enemigo capaz de vencer definitivamente al fuego es el agua. ¡Mucha agua!

Una vez comprobado que reciclar energía, resulta rentable nos encontramos con que una serie de grandes depósitos situados en alturas permitirían apagar de cualquier incendio forestal que se produjera en un área de unos treinta kilómetros a la redonda por medio de una red de tuberías que permitirían que el agua fluyera por su propia presión.

El coste de dichas tuberías se ha calculado un 8% de la inversión total y podría amortizarse con los beneficios de la compra-venta de energía aunque en buena lógica debería ser una parte del gasto a cargo de los organismos locales beneficiados.

Al final de las tuberías van colocadas unas “Torretas Telescópicas” que en el momento oportuno se elevan por la propia presión de agua hasta unos diez metros por encima de los árboles incendiados, enviando sobre ellos una lluvia instantánea que apaga el fuego. Si en esos momentos se continua bombeando para rellenar el deposito se acaba por “echarle el océano encima a las llamas hasta acabar con ellas”.

No importa que un incendio se apague con agua de mar; de hecho se esta empleando con aviones y helicópteros ya que los acuíferos padecen mas por culpa de las cenizas y residuos de un terreno calcinado que por una pequeña cantidad de agua salada.

Que en pleno siglo XXI se continúen apagando los bosques con escobas y mangueras de jardín con un saldo de incontables perdidas económicas y lo que es peor, de vidas humanas, resulta de todo punto incongruente.
Con lo que se gasta cada año en aviones y helicópteros se podrían evitar los incendios forestales al menos en un sesenta por ciento del territorio nacional.

Se ha comprobado estadísticamente que casi un tercio de ellos han sido provocados por rayos directos o “rayos latentes”, que son aquellos que mantienen su enorme energía a ras de tierra y que en un momento dado, siempre antes de cuarenta y ocho horas, pueden provocar que la maleza se incendie.
Si como parece ser eso es así, ¿cómo se entiende que hasta ahora nadie se haya preocupado de proteger los bosques con una tupida red de pararrayos integrados en el paisaje mientras se permiten antiestéticos generadores eólicos de cuarenta metros de altura?
Las torretas telescópicas cumplirán una doble función de cortafuegos y pararrayos que desvíen la energía a una profundidad en la que ya no pueda causar daño.

En el momento en que unos satélites artificiales que ya existen y que detectan de inmediato cualquier señal de fuego advierte del peligro, “El Centro de Control” envía una orden a las torres más próximas a semejanza de los sistemas contra incendios que se exigen en la actualidad a todos los grandes edificios.

Si nos las hemos ingeniado a la hora de proteger contra el fuego nuestras casas, ¿por qué no ponemos el mismo empeño en proteger a la naturaleza, que nuestra verdadera y única casa?

Alberto Vázquez Figueroa






15 de julio de 2009

EL PLANETA EN QUE VIVIMOS: EL DESIERTO DE ARAL

EL PLANETA EN QUE VIVIMOS: EL DESIERTO DE ARAL

EL DESIERTO DE ARAL



UN EJEMPLO DE DESARROLLO NO SOSTENIBLE



Entre los Estados de Uzbekistán y Kazajistán hay 40 mil kilómetros cuadrados de tierra salada a la que los lugareños de esta parte del Asia Central han dado en llamar desierto de Aral Karakum; en realidad se trata del lecho seco del que hasta finales de los años 40 era una de los cuatro lagos más grandes del mundo.

Para entonces, e incluso hasta mediados de la década de los 60 cuando aún no se había acelerado su deterioro, el mar de Aral, tal su nombre geográfico, cubría una superficie de 66 mil kilómetros cuadrados que contenían unos mil kilómetros cúbicos de agua.

Fue una región rica en pesca -más de 40.000 toneladas anuales- y pródiga en las cosechas de melones, cereales y arroz que se daban en los casi 550 mil kilómetros de tierras húmedas que formaban el delta de los dos ríos que desembocan en su mar: el Amu Darya y el Syr Darya.

¿Qué ha sucedido en su entorno para traernos la realidad actual?

Podríamos preguntarnos quién se bebió un mar de tales dimensiones.

Podríamos pensar que todo es producto de un aceleramiento del cambio climático en la región. Muchas veces éste es el origen de los desastres climáticos, sin embargo en el caso del Mar Aral las actividades del hombre han tenido una insidencia mucho más directa.

Para tener una idea de lo ocurrido debemos remitirnos al decenio de los 60 cuando la entonces Unión Soviética planificó para Asia Central un destino como abastecedora y exportadora de algodón en rama.

Pero en realidad la historia ya había empezado; nos podemos retraer a 1918 cuando se inició el trasvase del agua de los dos afluentes para satisfacer las necesidades de los abundantes cultivos de la zona, pero el verdadero problema llegaría cuando lo que vino después sobrepasó todos los límites de la cordura.

En los años 30 se comenzaron a construir canales de irrigación en gran escala, con el perjuicio agregado de que la calidad de construcción fue ínfima y parte del agua se evaporaba o filtraba; llegó a perderse hasta un 70 por ciento del agua pasada por uno sólo de estos canales, el de Kara Kum que es el mayor canal de riego construído en Asia Central.

Ochenta años después apenas un 12 por ciento del total de la longitud de los canales de Uzbekistán está impermeabilizada.

Entre agua utilizada para regar y agua perdida nos encontramos conque antes de 1960 ya se habían desviado entre 30 y 50 kilómetros cúbicos y el nivel del mar había comenzado a descender notoriamente. Entre 1961 y 1970 lo hizo a un ritmo medio de 20 centímetros por año, ritmo que apartir de entonces siguió aumentando hasta triplicarse.

La cantidad de agua extraída se duplicó entre 1960 y 1980. Durante esa última década el Mar de Aral menguó una media de entre 80 a 90 centímetros cada año, .

Los proyectos ideológicos se concretaron: actualmente Uzbekistán es uno de los mayores exportadores de algodón del mundo, a cambio el ecosistema del Mar de Aral y de los deltas de los ríos que confluyen en él está prácticamente destruído.

En poco tiempo las tierras de regadío pasaron de 4,5 a más de 7 millones de hectáreas, con ello llegó un aumento de la población que en apenas una década pasó de 14 a cerca de 27 millones de habitantes .

Como el cultivo de algodón necesita mucha agua se duplicó su extración, hasta el 90 por ciento se destinó a riego.

El proyecto puesto en marcha ignoró por completo el medio ambiente. Dado sus resultados, estamos ante uno de los ejemplos más concluyentes de desarrollo no sostenible.

Nuevamente el ser humano actuando contra sus propios intereses.

Nuevamente las ideologías anteponiéndose a los intereses de las personas.

Nuevamente los políticos usurpando el papel de los técnicos.

Se pensó que se estaba ante una fuente inagotable de agua pero sólo se demostró que en pocas décadas es posible destruir lo que a la naturaleza le llevó millones de años crear.



El hombre también ha sufrido en carne propia su desidia.

En la región del Aral, a cambio de vivir algunos años de crecimiento económico y demográfico, fueron dilapidados recursos y se envenenó la salud de sus habitantes.

Quizás todos tenemos responsabilidades. Tal vez en aquellos años de nada hubiera valido levantar voces (que no se elevaron) para denunciar lo que estaba sucediendo. De haberse podido mostrar el desastre esas voces habrían sido acalladas ante otro, mal entendido signo de progreso.

En un proceso irreversible enormes extensiones de tierra fértil se convirtieron en páramos salados; las cosechas comenzaron a secarse por falta del agua que ya no existía, los pueblos pesqueros quedaron a 70 kilómetros de la costa, y desapareció otra de sus principales fuentes de trabajo: la pesca.

El agua potable de la zona se ha salinizado y tiene un elevado contenido de metales, zinc y manganeso; la población cercana al Mar de Aral presenta una elevadísima incidencia de cáncer y enfermedades de riñón e hígado entre otras muchas dolencias arraigadas en la zona que tiene además una muy poco envidiable estadística: las afecciones pulmonares aumentaron un 3.000 por ciento, las enfermedades artríticas lo hicieron en un 6.000 por ciento y la mortalidad infantil es una de las más altas del mundo.

El principal motivo es el vertido de productos tóxicos de diversa naturaleza provenientes de residuos de plaguicidas y fertilizantes y restos de pruebas biológicas realizadas por el ejército soviético en la época de la guerra fría.



No obstante, no todo es negativo. En las últimas décadas se han puesto en marcha algunas soluciones que pretenden, al menos, evitar que se continue con el deterioro. Algo se ha logrado, a medias y como una limosna de la naturaleza compadecida por la indolencia de los hombres.

A finales de los años 80 el mar ya había quedado dividido en dos, una parte menor 'el mar de Aral Pequeño' al norte y otra mayor ' el mar de Aral Grande' al sur. Para el 2000 el Grande volvió a dividirse en dos y de éstas, la parte este ha perdido ya un 80 por ciento del agua y se espera que en el 2020 haya dejado de existir.

Los hombres destructores se empeñan ahora en ser salvadores aunque ya es imposible solucionar la enorme catástrofe. El Mar de Aral está sentenciado y sólo se puede intentar reparar una pequeña parte del daño causado por lo que los esfuerzos se centran en la parte norte.

En octubre de 2003 el Gobierno de Kazajistán con ayuda del Banco Mundial inició la construcción de un dique para evitar que el agua fluya hacia el sur, posibilitando que se eleve el nivel del agua en la mitad norte y se reduzca su salinidad. .
Desde que se finalizó la obra en el 2005 se ha recuperado un nivel de 4 metros y se intenta continuar el trabajo, aunque las previsiones a pesar de la drástica reducción de la extración de agua, no son del todo halagüeñas.

Desde el espacio es posible comprobar que la degradación ambiental continúa.

El satélite Envisat de la ESA (Agencia Espacial Europea) captó hace muy pocos días, fotografías que permiten, contraponiéndolas con otras anteriores, seguir el proceso de transformación del Mar de Aral en este pequeño lago que desesperadamente trata de mantenerse con vida.

¿Aprenderemos la lección?


Desde el sur del norte, a julio 2009

Graciela Vera



ARTÍCULOS SOBRE EL PLANETA EN QUE VIVIMOS PUBLICADOS EN 'LETRASvsPALABRAS':
http://sites.google.com/site/letrasvspalabras2/lo-que-encontrars/el-planeta-en-que-vivimos

10 de julio de 2009

WWF clasifica a los países del G8 según su compromiso frente al cambio climático

NOTA DE PRENSA publicada el 1 Jul 2009 en www.WWF.ES


Los países del G8 suspenden en sus políticas para luchar contra el cambio climático. El último informe “Scorecards del Clima del G8” (puntuaciones climáticas para el G8) señala que Alemania, seguido de Reino Unido y de Francia, se está comportando mejor en comparación con el resto de las naciones ricas. Italia y Japón se encuentran entre el grupo de países con una puntuación intermedia, mientras que Canadá, Estados Unidos y Rusia se sitúan por detrás, a pesar de que EEUU ha escalado una posición. Según WWF, si España se incluyera en la comparativa de los países del G8, ocuparía el sexto lugar por detrás de Japón.



El informe presentado por WWF y Allianz SE, elaborado por Ecofys, puntúa según sus políticas de cambio climático a los principales ocho países industrializados y a los cinco más importantes en desarrollo. El ranking de los estados con mejores políticas sobre clima lo lidera Alemania, mientras que Canadá se encuentra en última posición. En medio están Reino Unido, Francia, Italia, Japón, Rusia y EEUU. Analizando a España con los mismos criterios, se obtiene una puntuación que sitúa a nuestro país por detrás de Japón y por delante de Rusia, EEUU y Canadá.



A sólo cinco meses de las cruciales negociaciones en Copenhague (Dinamarca), la edición 2009 del informe anual de WWF y Allianz “Scorecards del Clima del G8”, muestra que, aunque se han realizado algunos esfuerzos, las medidas adoptadas siguen siendo insuficientes para encaminar al mundo hacia una economía baja en carbono.



El informe también señala la falta de un claro líder entre las naciones analizadas y, a pesar de que Alemania ha mejorado ligeramente su calificación, países como Canadá y Rusia han suspendido la prueba.



En el preámbulo del documento, James Leape, Director General de WWF y Joachim Faber, miembro de la Junta Directiva de Allianz piden a los países que actúen ahora y que contribuyan a negociar un acuerdo sólido en Copenhague el próximo mes de diciembre. Tanto el Sr. Leap, como el Sr. Faber consideran que “aunque exista una posibilidad de rescate del sistema financiero, no habrá ningún fondo que pueda salvar al planeta una vez que el cambio climático haya sobrepasado el peligroso umbral”. Y añaden: “Por lo tanto, es esencial limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2º respecto a los niveles pre-industriales”.



El informe “Scorecards del Clima 2009 del G8”, evalúa el comportamiento y la tendencia de los países en temas como las emisiones de gases de efecto invernadero desde 1990, la distancia respecto a los objetivos de Kioto, la participación de las energías renovables y la eficiencia de las políticas climáticas. La puntuación se realiza en función del progreso y a la mejora realizada desde 1990 y observa el estado actual de las emisiones y las políticas programadas para el futuro.



Con el objetivo de poder comparar España con los miembros del G8, WWF ha desarrollado el “Scorecard” para nuestro país, según el cual estaríamos situados por detrás de Japón, en el sexto lugar. Además, la organización señala como principales problemas la gran distancia actual respecto al objetivo de Kioto, -fruto de años de ausencia de medidas necesarias para la reducción de emisiones-, las políticas de transporte que favorecen la utilización de combustibles fósiles y la falta de eficacia de las medidas de fomento del ahorro energético. Asimismo, WWF destaca de forma positiva el desarrollo de las energías renovables, donde España es un país líder, tanto en desarrollo industrial como tecnológico.



Según el informe, Alemania, Reino Unido y Francia ya han cumplido con sus objetivos de Kioto, pero sus resultados a largo plazo no son suficientes para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2º centígrados.



En EEUU, las iniciativas sobre el clima programadas o anunciadas hasta la fecha por la administración Obama han ayudado a que este país abandone el último lugar que ocupaba en el estudio de 2008 y este año se encuentre en el séptimo puesto del ranking.



Canadá y Rusia, que se ubican al final de la lista, no disponen de planes políticos para cambiar su tendencia actual o no los están implementando.

Dentro del acuerdo global entre WWF y Allianz, este último, como proveedor internacional de servicios financieros, apoya el estudio “Scorecards del Clima del G8”, para entender mejor las consecuencias del cambio climático. Esto es vital para el marco de inversión y regulación que ha de adaptarse a las consecuencias del cambio climático, así como para el desarrollo de nuevos productos y soluciones financieras respetuosas con el clima.



Joaquim Faber, miembro de la Junta Directiva de Allianz SE, afirma que: “Un futuro con un bajo nivel en carbono supone un potencial de crecimiento para los países del G8 y para las naciones emergentes. Las inversiones futuras y el desarrollo de productos requieren, por lo tanto, un marco político sostenible.”



Según Heikki Willstedt, Experto en Energía y Cambio Climático de WWF España: “nuestro país está muy penalizado por sus emisiones actuales, pero con buenas perspectivas para mejorar. Esto se conseguirá si se ponen en marcha medidas de ahorro y eficiencia energética, especialmente en el sector del transporte y, además, se continúa con una apuesta decidida por las energías renovables. En España hay suficiente potencial y conocimientos para hacerlo, sólo hay que aprobar o mejorar los marcos políticos de apoyo que lo permitan”.

8 de julio de 2009

FABRICACION DE HIDRÓGENO MEDIANTE ENERGÍA SOLAR

Un equipo de investigadores, entre los que se encuentra un equipo español, han conseguido producir hidrógeno con la ayuda de la energía solar - no através de la electrolisis, sino a través de una reacción redox y luz solar concentrada.

El hidrógeno arde de forma limpia. El hidrógeno puede ser almacenado y transportado. Si es necesario, el hidrógeno puede utilizarse en células de combustible para generar electricidad. Brevemente: el hidrógeno tiene el potencial para ser la energía ecológica del futuro.

Pero.... ¿cómo se obtiene?

La visión: de la energía solar, una fuente limpia y renovable de energía. La práctica actual: de gas natural. Las células de combustible en vehículos de motor y sistemas de calefacción, con muy pocas excepciones, parecen estar atrapadas en el estadio de experimentación, pero el futuro del hidrógeno continúa suscitando expectación. La industria química lo necesita para producir ferlitizantes y plásticos, las empresas petroleras lo necesitan para sus nuevos depósitos. Pero el hidrógeno hoy por hoy no es ni ecológico ni un vector energético aceptable.

El proyeco Hydrosol II acerca este futuro un poco más. Los centros que contribuyen son el Centro Alemán Aeroespacial (DLR), el centro de investigación CERT_H - CPERI (Grecia) y el CIEMAT (España), así como el Stobbe Tech Ceramic Holte (Dinamarca) y el centro británico Johnson - Matthey Technology. Durante noviembre de 2008, consiguieron producir hidrógeno por primera vez gracias a la energía solar. " la eficincia de la electrolisis está limitada por todos los estados de conversión. Ésta es la razón por la que estamos tomando un camino más directo", explica Martin Roeb, que es responsable del proyecto Hydroso II. El objetivo: hasta el 50% de la energía solar producida en el reactor es convertida en energía química en forma de hidrógeno, con tres cuartos del vapor de agua siendo convertido en hidrógeno y oxígeno. El último logro de este equipo: han conseguido crear un sistema piloto con un input solar de 100 kW en el reactor, y se ha producido hidrógeno directamente en un proceso casi continuo utilizando sólo energía solar concentrada.

No hay otro lugar en Europa Occidental donde la radiación exceda lo medido en el centro de investigación de la Plataforma Solar de Almería (PSA). Así que no es ninguna sorpresa que los institutos alemán y español hayan elegido esa localización para su experimentación SSPS, abreviatura de Small Solar Power System: una central solar de torre de pequeño tamaño. Esta torre está siendo utilizada ahora por los investigadores del DLR, que mantiene una oficina en la PSA y ha realizado una investigación intensiva durante años sobre este tipo de instalaciones. Si no se están realizando experimentos, un ascensor permite subir a la primera platforma de la torre con la estructura de acero a una altura de 28 m. Y así acceder al corazón del sistema. Allí se encuentran los dos reactores, dice Miriam Ebert, ingeniero de proyecto de DLR. Ella y su equipo han desarrollado los ractores en sus laboratorios alemanes.

Una abertura en la protección nos permite ver los heliostatos. Un total de 92 espejos, que pueden ser controlados para optimizar la recepción de la luz. Cuando no se están utilizando, miran al suelo. Durante los experimentos,por otro lado, reflejan la luz incidente hacia el absorbedor. La construcción donde están montados los reactores se eleva entonces. Los reactores pueden alcanzar temperaturas de 1.200ºC, y un input total de 100 kWth es lo que reflejan las mediciones sobre la superficie del absorbedor. Cuando está funcionando, lógicamente los investigadores no entran en la instalación, sino que siguen los experimentos desde el centro de control, al pié de la torre. Un ordenador regula la posición de cada heliostato individual, y los operadores pueden controlar la cantidad de luz que recibe cada reactor.

Se alcanza una temperatura de 800ºC en la primera cámara del reactor, donde se realiza realmente la producción de hidrógeno. Para dividir el agua en hidrógeno y en oxígeno, usando sólo calor, sería necesario elevar la temperatura de la cámara hasta los 2.500ºC. En la práctica, sin embargo, no hay materiales que puedan utilizarse para un reactor y simultáneamente soportar esas temperaturas. Además, estarían en el mismo sitio hidrógeno y oxígeno: una mezcla explosiva.
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La división del H2O se consigue a través de una estructura de cerámica que tienen aplicado un óxido de metal. De esta forma, se consigue modificar el curso de la reacción y también conseguir dividirlo a 800ºC. La síntesis de estos óxidos es la especialidad de CERTH-CPERI, el coordinador general del proyecto.

Una característica del óxido de metal es que ofrece sus electrones. El átomo de oxígeno en el agua abandona así la ligadura con el hidrógeno, con el que de otra forma, tiene que compartir electrones, y es absorbido por la cobertura del óxido metálico del reactor. Lo que queda es hidrógeno gaseoso, que ya no necesita ser específicamente separado del oxígeno.

La producción de hidrógeno es básicamente una reacción exotérmica: produce mucho más calor que lo que necesita, y así puede continuar sin mayor imput de calor. En el reactor piloto, sin embargo, el vapor de agua está diluido con nitrógeno. La reacción por este motivo no se sostiene por sí misma, pero por otro lado es más fácil de controlarla durante la fase de desarrollo. Más tarde, una vez la tecnología haya madurado y los reactores sean mayores, se intenta reducir la proporción de nitrógeno, y con ello, la demanda de energía.

Un aspecto dependiente de un input continuo de energía es sin embargo, la consecuente regeneración de la cámara de reacción. Una vez que el óxido de metal está saturado con oxígeno, el oxígeno debe ser conducido hacia afuera otra vez a temperaturas que rondan los 1.200ºC.

Los primeros experimentos de campo en Almería han superado las expectativas, produciendo un rendimiento del 30%. Las siguientes intenciones son reunir experiencia con esta planta piloto y optimizar los parámetros. Según Martin Roeb, pasarán otros cinco años antes de que se puede llevar esta tecnología al mercado.

Fuente: Sun & Wind Energy, mayo de 2009

EUROPA INICIA LA CARRERA PARA EXPLOTAR EL SOL DEL SAHARA


El próximo 13 de julio en Múnich se sentarán las bases de lo que será el mayor parque generador de energías renovables del mundo, denominado Desertec Industrial Initiative*. El capítulo alemán del Club de Roma y la compañía aseguradora Munich Re organizan en la capital bávara una conferencia para conocer qué empresas, inversores, centros de investigación y constructores comienzan a levantar en el desierto del Sáhara las plantas solares termoeléctricas que, según sus previsiones, abastecerán en 2050 el 15% de la demanda eléctrica europea y dos tercios de la del Norte de África y el Medio Oriente.

En Desertec parten de la máxima de que en solo seis horas los desiertos reciben más energía solar que la que consume toda la humanidad en un año. A partir de aquí, calculan que si en el del Sáhara se aprovechara un terreno del tamaño de Andalucía se produciría electricidad para abastecer a todo el mundo, y con uno equivalente a la provincia de Barcelona llegaría para cubrir la demanda de la Unión Europea.

Pero los 20 GW (gigavatios) para 2020 y los 100 GW para 2050 que se pretenden instalar en el Sáhara han creado más controversia de la que se esperaba en un proyecto basado en las energías más limpias. Sus críticos ven en el programa una forma de prolongar la dependencia energética del exterior; para otros, puede considerarse una nueva forma de colonización

La Fundación Desertec aglutina a todas las fuerzas vivas que apoyan el proyecto, un compendio de sociedades y de países liderados por Alemania, bajo el paraguas del Club de Roma, la Trans-Mediterranean Renewable Energy Cooperation (TREC) y la red EU-MENA, formada por estados de la Unión Europea, el Norte de África y Oriente Medio.

En Alemania han surgido voces que cuestionan que el monumental presupuesto que se maneja (400.000 millones de euros de aquí a 2050) va a detraer inversiones y ayudas para otras tecnologías sostenibles, como la instalación de paneles fotovoltaicos sobre tejados.

Michael Straub, director de Marketing de Desertec, puntualiza que la inversión es a lo largo de 40 años, que servirá también para dotar de plantas desalinizadoras en el área de producción y que la mayoría del dinero procederá de la empresa privada, "aunque durante los diez o quince primeros años será necesario que las plantas termoeléctricas cuenten con una tarifa incentivada para competir con los combustibles fósiles". Las plantas solares termoeléctricas utilizan paneles que concentran la radiación solar en un tubo con un fluido térmico que pasa a un generador de vapor y alimenta la turbina que produce electricidad.

Las voces críticas se escuchan dentro del mismo sector. "Este megaproyecto carece de lógica lo mires por donde lo mires", dice Carlos Muñoz, presidente de la sección Solar Termoeléctrica de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA). "No tiene sentido que estemos apostando por un sistema de primas para que las tecnologías maduren y se abaraten los costes, y por una red distribuida y no centralizada más acorde con el desarrollo sostenible, y de repente lleguen compañías alemanas y te digan que resulta más barato comprar energía solar en el extranjero, a miles de kilómetros".

Otro crítico es Wolfgang Palz, presidente europeo del Consejo Mundial de Energías Renovables, quien declaró: "En Alemania se habla de producir energía fotovoltaica en el Sáhara para transferir después la electricidad a Europa. Eso sería una estupidez. Ahora que podemos dejar de depender del gas de Argelia, no tendría sentido empezar algo así".

El portavoz de Desertec puntualiza que "no se va a construir una sola planta en un único país con una sola transmisión, sino una red descentralizada que integrará toda la producción renovable en la región de Europa, Medio Oriente y Norte de África, con el suficiente soporte tecnológico que impida que esa conexión quede interrumpida o falle el suministro".

En la configuración del proyecto a lo largo de esta región aparecen principalmente plantas termosolares en toda la franja árida que va de Marruecos a la península Arábiga, pero también parques eólicos en la costa atlántica del norte de África y en España, norte de Europa, Turquía y Mar Rojo; centrales hidroeléctricas en este último país, Marruecos y el valle del Nilo; y, ya a menor escala, instalaciones de biomasa, solar fotovoltaica y geotermia repartidas por el continente europeo.

Con este reparto energético entre varios países se responde a otras críticas que ven en el proyecto una especie de nuevo colonialismo, que esta vez llega con tecnología europea destinada al consumo de electricidad en Europa. Carlos Muñoz advierte de que "el primer proyecto va a consistir en establecer líneas de transporte en corriente continua a través de cuatro puntos hacia Europa; si es una alternativa energética de apoyo al Magreb y en general a África, se podría haber aprovechado y llevarlo primero hacia el sur". Una línea de este tipo, de Argelia a Almería, ya existe, y discurre paralela a un gasoducto que cubre el mismo trazado.

La necesidad de construir interconexiones eléctricas para un amplio número de países parece, hoy por hoy, uno de los retos más difíciles de conseguir. Otros proyectos de este tipo entre países vecinos han sido siempre muy polémicos por diferencias políticas y por su impacto ambiental.

José Santamarta, director de World Watch en España y coautor junto a Comisiones Obreras del informe sobre emisiones de CO2,, piensa que "la mejor opción, por costes, es aprovechar la energía eólica del litoral de Marruecos, ex Sáhara español y Mauritania. Pero para frenar el cambio climático, no optar por las centrales nucleares y dar un nivel de vida digno a la gente, con desalinizadoras que den el agua necesaria, hace falta un proyecto como Desertec".

¨*http://www.desertec.org/en

Noticia publicada en Elpais.com Empresas de Alemania proyectan enormes parques de energía termosolar - El objetivo es que la región aporte un 15% del consumo europeo en 2050

LOS PROXIMOS 10 AÑOS DECIDIRÁN EL FUTURO DE NUESTRA CIVILIZACIÓN


Daniel Pauly es fruto de la liberación de París en la II Guerra Mundial y de la liberación de una pareja, él, soldado negro americano, ella, una parisina, que decidieron saltarse los convencionalismos de todo tipo y en medio del entusiasmo reinante de unas celebraciones históricas dedicarse al amor. Pauly nació en 1946. Hasta aquí nada que no hayamos visto en algunas películas de aquella contienda. Los problemas vinieron dos años después, cuando el estadounidense abandonó a madre e hijo y se volvió a su país. Los negros tenían entonces prohibido casarse con blancas en Estados Unidos. Pauly fue entregado por su madre, entonces sola y sin recursos, a una familia suiza que acababa de perder a un hijo y que prometió criarlo en una situación que ella suponía mucho más ventajosa para el niño. Y aquí comenzó lo que todas las biografías del biólogo, y conocido especialista mundial en pesquería y oceanografía, subrayan como “una infancia dickensiana”.

Pauly, de 63 años, casado y con dos hijos, que pasó por Madrid para ejercer de presidente del jurado del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Ecología y Biología de la Conservación, los premios con vocación de Nobel español –en sus ocho jurados había varios–, pareció olvidarse durante un buen rato de que es uno de los biólogos que más saben en el mundo de pesca, mares y conservación oceanográfica, y uno de los 50 científicos más influyentes del mundo –según la revista Scientific American–, para zambullirse lentamente en aquella lejana infancia, que él recuerda como la de “un niño medio negro en una ciudad de blancos”. No hizo falta buscar ninguna magdalena proustiana. En un aceptable español, Pauly rememoró unas vivencias que aún parecen muy frescas en su vida.

¿Qué pasó para que, en pleno siglo XXI, se hable todavía de su “infancia dickensiana”? Pasó que una familia suiza que había perdido a un hijo de dos años se encontró en París con mi madre y conmigo y pensaron que yo era el sustituto del niño perdido. Estaba enfermo y convencieron a mi madre para llevarme a Suiza, donde, decían, me curaría. Ella lo permitió, pero yo tenía que regresar a París en un tiempo, y la familia suiza no lo permitió. A ella, que era pobre y estaba muy aislada, le resultaba muy difícil conseguir mi regreso, y después de unos años, y con otros hijos, creyó que yo estaba mejor en Suiza. Generalmente asociamos Suiza con orden y tranquilidad, pero aquélla era una familia muy difícil, desestructurada, con patología social. La hija era prostituta, el hijo estuvo en la cárcel… Yo era como un pequeño observador. Ellos siempre me decían que mi madre me había abandonado y que debía de estarles agradecido, pero nunca formé parte de aquella familia, me aislé mentalmente de ella y los observaba desde fuera. No quería hacer nada de lo que ellos hacían, por ejemplo, beber alcohol o fumar.

¿Pero iba al colegio, llevaba una vida de niño? Ha dicho en alguna ocasión que era un niño medio negro en una ciudad blanca… Iba al colegio porque era público y gratis, pero ellos no se implicaban en mi educación. Tuve que trabajar desde los 12 años, hacer todo el trabajo doméstico y también trabajar en una pastelería que pagaba a la familia. Lo único diferente es que tenía una madrina suiza que se casó con un español de Cataluña, y ellos me dieron un ejemplo de una vida normal. Me trajeron dos veranos, con 9 y 10 años, a Tarragona. Los niños de familias con problemas normalmente no tienen una idea de otras familias diferentes, pero yo tenía claro que no pertenecía a aquélla o a lo que podían ser otras familias. En cuanto a lo del color, no es que me sintiera discriminado por racismo, no, sólo era la sensación de ser diferente, de estar siempre observado como en un escenario. Eso era muy fuerte en el campo porque en aquel tiempo en Europa no había muchos negros… Donde yo vi por primera vez racismo fue en Estados Unidos en los años sesenta. Así que a los 16 años, a la primera oportunidad, me fui a Alemania.

Allí consiguió hacer el bachillerato y luego ir a la universidad, parece que desde muy pronto supo abrirse camino en la vida. Fui buscando formas para abrirme camino, y gracias a un pastor protestante abrí una puerta. Dediqué un año de voluntariado a la Iglesia, trabajando con discapacitados mentales en un asilo y en un hospital. Me pagaban un pequeño sueldo que me daba para vivir, y tomé la decisión de seguir estudiando. Por la mañana trabajaba y por la tarde estudiaba. Esto fue interrumpido por las Fuerzas Armadas de Francia, que me llamaron al servicio militar, porque siempre tuve la nacionalidad francesa. Gracias a ellos tuve la dirección de mi madre. Finalmente, no quisieron admitirme en el Ejército, pero estuve un año viviendo en Francia y pude reunirme con mi familia. Mi madre, mis hermanos y hermanas esperaban mi vuelta, era muy extraño, pero yo me reintegré a mi familia y desde entonces parece que toda la vida viví con ellos. Dos años después tenía el bachiller alemán y con 23 años pude ir a la universidad, pero antes fui a Estados Unidos en 1969 para encontrar a mi padre.

¿Y lo encontró? Sí, porque mi madre sabía dónde estaba, vivía en California. Murió en 1986, pero hubo un periodo en el que pudimos conocernos, lo que fue bueno después de todo. Era un hombre inteligente, cultivado, pero preso de sus propios demonios, porque en el sur de Estados Unidos ser negro entonces era una tragedia inevitable. Lo único que podían hacer era trabajar a un nivel muy bajo o meterse en las Fuerzas Armadas. Él libraba una lucha permanente y gradualmente se convirtió en un amargado. Obama, en su discurso sobre las razas, explicó bien esa situación: que hubo muchos negros que no se dieron cuenta de que las cosas habían mejorado. Mi padre tenía un buen amigo, del mismo Estado del sur, Arkansas, pero con una trayectoria muy diferente, que entendió lo que pasaba, se desarrolló muy bien, y el resultado es que tuvo tres hijas bien situadas. Una de ellas es mi esposa.

Tiene fama de iconoclasta. Dígame una cosa, ¿esa infancia tan dura le marcó de alguna manera o le ha hecho más fuerte? Pienso que muchas veces ese tipo de experiencia destruye a una persona, y fue un accidente que no me implicara con aquella familia suiza, por eso creo que pude salir adelante. Pero no sé si realmente me ha marcado Sí puedo decir que mi actitud sobre la conservación del medio ambiente es intelectual, no emocional. Es puramente intelectual. Soy iconoclasta porque las cosas tienen que cambiar. Y para hacer espacio a las nuevas ideas, las cosas viejas tienen que destruirse, hay que ser iconoclasta.

Quizá por eso Pauly es iconoclasta en sus planteamientos científicos y en su especialidad por excelencia: los recursos pesqueros y el deterioro de los ecosistemas marinos. En estos momentos el 30% de las capturas pesqueras en todo el mundo son ilegales. Desde 1950, el consumo de pescado se ha quintuplicado en el mundo, pero sólo un 0,7% de los océanos están protegidos, frente al 10% de los bosques. Las flotas pesqueras superan el 40% de su capacidad en relación con los recursos, y el 88% de las reservas pesqueras sufren sobrepesca. Pauly denuncia la permisividad de los Gobiernos al permitir ciertas prácticas, y asegura que, si no se crean enseguida nuevas áreas marinas protegidas, pronto no podremos pescar más que medusas. Eso, sin contar las consecuencias que esta presión ejerce sobre los ecosistemas marinos y, en buena lógica, sobre el cambio climático.

Usted es muy pesimista, hay colegas suyos que incluso le llaman extremista, sobre el declive de las reservas pesqueras. Asegura que nos encaminamos hacia el desastre, pero habla de conservar los recursos pesqueros, ofrecer un medio sostenible a los pescadores y proteger el medio marino. ¿No es la cuadratura del círculo? Es posible hacerlo. Y no acepto que soy pesimista y menos extremista, no quiero aceptarlo, los que dicen eso tienen muchas veces una visión local de la pesca y no ven la situación global. Yo digo que la pesca como la practicamos ahora, la pesca industrial, es como una guerra contra los peces, y ganar esta guerra significa que los peces van a desaparecer. La sostenibilidad es no pescar todo lo que hay. Antes no se podían pescar todos los peces porque estaban demasiado profundos o entre rocas, pero ahora, con los sistemas electrónicos y los grandes barcos podemos atacar cada pez, no pueden escapar. Esta capacidad tecnológica implica una necesidad de áreas prohibidas que no es diferente a lo que teníamos antes cuando no podíamos llegar a todos los sitios. No podemos utilizar toda la tecnología que tenemos para pescar. Es lo mismo que cazar conejos con tanques, es una tontería. Se trata de establecer un equilibro entre los cazadores y lo que se caza. Una pesquería artesanal podría exportar los recursos pesqueros de la plataforma continental sin la destrucción y los enormes costes que implica una pesquería industrial.

¿Pero en estos momentos hay alguna posibilidad de volver a la pesquería artesanal? La razón por la que ahora tenemos una pesca industrial son las subvenciones y el precio bajo del combustible. Hay una patología, la de la energía barata, que hace posible pescar como pescamos, pero no va a durar, y el aumento del precio del combustible supondrá que será imposible pescar con estos barcos enormes. No es mi opinión, es una reestructuración que ya ha empezado. Los políticos pueden hacer dos cosas. Una, luchar para mantener la situación actual, lo que significará más subvenciones para destruir más empleo y recursos, que es lo que ocurre ahora. Por ejemplo, en España, los pescadores tradicionales pierden sus empleos porque no pueden competir con las grandes flotas. No son los ecologistas los que destruyen empleos en la pesca, son las grandes empresas. Y lo otro que se puede hacer es utilizar las sumas de las subvenciones para facilitar una reconversión que es inevitable, como pasó con la minería.

Hay científicos que dicen que se exagera, que con la pesca hay ciclos naturales y que las especies se recuperan. ¿Va a pasar como con el cambio climático, que ha tenido negacionistas hasta que ya es imposible negarlo? Hay negacionistas que siempre llaman tremendistas a los biólogos, a los ecologistas o las ONG, pese a que los cambios que vemos son científicamente razonables, pero ellos no hacen ninguna concesión. El 0,7% actual de zonas protegidas es una zona pequeñísima de los mares, los espacios que teníamos hace 20 o 30 años libres de pesca eran mucho mayores. Si nos negamos ahora a adoptar soluciones fáciles, eso implica que luego serán mucho más duras. Pasa igual con la salud, si una enfermedad la coges al principio es más fácil tratarla que cuando está avanzada. Discutir con los negacionistas pesqueros, como ha pasado con el cambio climático, es completamente inútil. Decir que la pesca no tiene efecto sobre los ecosistemas y que todo está bien es una tontería. Pero se pueden identificar los intereses económicos que tienen algunos científicos, y cuando una persona tiene un interés directo para mantener una situación, automáticamente queda descalificada. No se puede ser juez y parte.

El fin de las subvenciones, que usted reclama con urgencia, y la creación de nuevas reservas marinas, ¿serían suficientes para frenar la situación de deterioro de las especies marinas? No, es un error creer que este tipo de intervenciones son suficientes, pero son necesarias. Los métodos clásicos de gestión de reservas pesqueras también tienen que usarse fuera de las áreas reservadas. No podemos decir: vamos a crear nuevas reservas y hacer en el resto, en el mar libre, todo tipo de desmanes, no tiene sentido. Hay que zonificar los océanos y en cada zona tener una gestión adecuada. Ahora todos los técnicos comprenden que esta zonificación es necesaria. Parece que nos resulta más fácil entender esa situación en la tierra, quizá porque podemos ver lo que pasa, su enorme deterioro, pero en los mares no. Voy a decir algo que puede parecer exagerado… Si no atacamos el problema del calentamiento global vamos a entrar en problemas para nuestra propia civilización. Y los próximos 10 años decidirán lo que va a pasar con nuestra civilización. No son las pesquerías, es el clima. Y tenemos que decidir desarrollar reglas como parte del ajuste para nuestra supervivencia sobre el planeta Tierra.

¿Qué papel juega la pesca en el mantenimiento de los ecosistemas marinos y en el proceso global del cambio climático? Creo que la pesca contribuye a los gases de efecto invernadero con un 1%, no es mucho, pero también es una cantidad que debe reducirse porque más de la mitad de esas emisiones son inútiles. Otros efectos son que cambia los ecosistemas al provocar el crecimiento de algas, algunas muy peligrosas y dañinas, y también alienta el crecimiento de zonas donde no hay oxigeno, zonas muertas que están especialmente vinculadas a las actividades pesqueras. Lagente puede pensar que se debe a sustancias fertilizantes que vienen de la tierra, es así, pero también está causado por la actividad pesquera, que cambia la vida del sistema ecológico ycontribuye a efectos del calentamiento climático. En realidad, el calentamiento global representa una oportunidad para rehabilitar el planeta y parar la destrucción. Lo que hemos hecho hasta hoy con las zonas pesqueras es destruir los recursos, y tenemos que aprender a coexistir con la naturaleza.

Hablando de destruir, España tiene una de las mayores flotas pesqueras del mundo y también es uno de los países que más pescado consume. Se nos ha acusado de piratas, ¿lo somos? Sí.

Nos hemos cargado la anchoa del Cantábrico y prácticamente el atún del Mediterráneo, ¿estamos abocados a comer pescado de acuicultura? No creo que la acuicultura marina pueda desempeñar el papel que la gente espera, porque necesita cantidades cada vez mayores de harinas y aceite de pescado para los piensos, y se fabrican con peces pequeños de zonas donde no pueden crecer, en lugar de utilizarse para la alimentación.

En España se comen, y mucho, esos pescados, la anchoa, la sardina, la caballa… Exactamente. Yo pienso que es posible adaptar las pesquerías para que produzcan para los mercados locales, como en España. Por ejemplo, en Perú se pescan cinco millones de toneladas de anchovetas, casi todas para harina de pescado, cuando se podrían utilizar para consumo humano. Afortunadamente, ha habido un cambio de actitud y ahora la anchoveta también se utiliza en Perú para consumo humano, han aprendido a hacer buenos platos con este pez. Yo pienso que en el futuro el consumo no será sólo de acuicultura, sino también de peces pequeños, creo que las sardinas, anchoas y similares son los peces del futuro.

¿Qué pasa con las modas culinarias como ahora la del ‘sushi’, que lleva a un consumo desaforado de especies como el atún mediterráneo, en grave peligro? ¡Ah el sushi!, creo que son modas peligrosas en parte. El consumo de mucho sushi es un problema, por ejemplo, el atún y otros pescados acumulan mercurio y otros elementos que no son buenos para el hombre. Otra cosa es el mito de que los pescados son buenos para la salud a partir de su omega3, y esto es una moda. Nosotros hemos hecho en Toronto, con otros científicos, un estudio que se ha publicado en Medical Journal of Canadian Asociation, y parece que la evidencia de consumir determinados pescados para una buena salud no está tan clara, sino que es otra moda. Si una persona tiene una alimentación equilibrada, este aumento de omega3 no hace un efecto especial.

¿Quiere decir que debemos consumir menos pescado? Una persona con una alimentación equilibrada no va a aumentar su calidad de vida por comer más pescado. Y hay muchísimas personas que no consumen pescado en absoluto y no parece que tengan graves carencias, es una bobada. Yo tengo 63 años y recuerdo otras tonterías: la vitamina D, las fibras Cada cinco o diez años hay una moda alimenticia. Pero ocurre que el cambio de nuestra alimentación va estar dictado por las circunstancias, el pescado no va a estar disponible, y eso cambiará las cosas.

¿Por qué se les consiente a los japoneses esas prácticas depredadoras, siguen pescando ballenas, incluso en la Antártida, y ahora arrasan con el atún? Lo que está pasando ahora en Japón es muy interesante. Hace seis meses estuve allí y hay pánico porque piensan que no será posible mantener su enorme consumo de pescado. Las pesquerías locales están destruidas y el acceso de los japoneses a otros países está disminuyendo. Y no saben qué hacer, están en una fase de búsqueda de soluciones.

Usted dice que la política pesquera de la UE es una farsa… Ellos lo dicen en el Libro Verde que han publicado… Yo no quiero hablar de farsa, lo que pasa es que la UE admite que hay un problema y que lo que se ha hecho hasta ahora en materia de pesca no ha servido. Lo que puedo decir es que están considerando la supresión de subvenciones, la creación de áreas protegidas y otras cosas.

¿Hay que imponer más vedas? Las vedas son una buena metodología para los peces pequeños, pero si después de la veda las pescas se hacen sin medida son inútiles. Hay que modificar la gestión integral. La solución no puede venir sólo de una medida, sino de todas juntas, hay que reducir la presión humana en el ecosistema, la demanda que tenemos con los ecosistemas.

¿Tiene alguna esperanza de conseguirlo con unas presiones económicas tan fuertes? El desafío es claro y creo que ahora hay un riesgo que entendemos mejor, que hay un peligro de destrucción de nuestra civilización, y esto reducirá, espero, el impacto de los grupos económicos. Pienso que saldrán nuevas reglas de funcionamiento internacional, aunque en el conjunto de la protección ambiental la pesquería pueda parecer un problema menor. Está claro que tenemos un problema entre la ecología y la injusticia social, y eso lo podemos ver ahora con las negociaciones sobre el cambio climático, en las que países como China no quieren abandonar su expansión porque históricamente es legítima, aunque a nivel ecológico es una catástrofe.

Dígame tres medidas claras que hay que tomar ya mismo como primer paso para afrontar el problema. Además de terminar con las subvenciones a la pesca –especialmente las que contribuyen a mantener situaciones falsas, como las de los combustibles y crear áreas protegidas, es imprescindible el respeto a los científicos y a las medidas que ellos aconsejan. Hay una falta de comunicación entre la ciencia y los que tienen el poder de decidir. En principio, los científicos deben estimar los recursos pesqueros y cómo conservarlos, pero luego son los políticos, los gobiernos, los que usan esa información. Y ocurre que sus decisiones son independientes de la ciencia y sólo consideran las peticiones que vienen de la industria pesquera, y no sólo en los países subdesarrollados, también en los desarrollados. En 1993 tomé una decisión, trabajar para las ONG, porque ahora, en muchos casos, representan mejor a los ciudadanos que los políticos, que sólo representan a una parte de los intereses. Pero esta representación ciudadana antes se hacía de una forma emocional y no científica. Ha habido ONG que trabajaban no sólo sin ciencia, sino contra la ciencia Lo que yo he descubierto es que hay que hacer ciencia que ayude a las ONG sin ser parte de su programa. Yo trabajo para ellos, pero desde fuera, soy líder de un proyecto que se llama Sea Araund Us y que estudia el impacto de las pesquerías en los ecosistemas marinos, y los resultados que se publican son muy útiles para las ONG.


Cuando ahora, que le consideran uno de los 50 científicos más influyentes del mundo, echa una mirada a aquel niño de infancia dickensiana, ¿qué piensa? Eso de la influencia es una exageración… Desde el punto de vista estadístico, mi trayectoria ha sido muy extraña, no se podía pensar que aquel niño pobre llegaría a ser un científico, pero en la situación actual puedo decir que cada científico conoce a muchos científicos que son mejores que él, y yo también conozco a muchos científicos que son mejores que yo.




Publicado en Elpais.com Entrevista Vida Sana al biólogo daniel Pauly - Es uno de los 50 científicos más influyentes del mundo; experto en mares alerta de los serios peligros de la pesca tal como se practica ahora y denuncia la permisividad de los Gobiernos

PADECIENDO LA CIENCIA: cambio climático, gente y pobreza

Oxfam acaba de publicar un estudio en el que advierte de la vulnerabilidad extrema de los países pobres frente al cambio climático y solicita a los países más desarrollados, de cara a la cumbre del G-8, que dispongan de recursos financieros adicionales para solucionar el problema.

El calentamiento global ya está azotando con dureza a la población más pobre del mundo. El informe asegura que el cambio climático en la atmósfera está afectado las zonas de pobreza y en vías de desarrollo, desde el acceso a la comida y al agua potable, pasando por la sanidad y la seguridad de los poblados con menos recursos.

Está claro que si no se inician medidas urgentes, los avances conseguidos en las últimas décadas se perderán definitivamente.
Oxfam afirma que una de sus mayores preocupaciones es el impacto de un clima adverso e inestable en la agricultura, ya que los agricultores de los países pobres están perdiendo grandes cantidades de cosecha por culpa de las olas de calor, las lluvias torrenciales y la poca fiabilidad de las estaciones.

Ya son más de 26 millones de personas que han tenido que emigrar para poder sobrevivir a los efectos del cambio climático. Ese dato es pura estadística, pero detrás hay gente real que sufre las consecuencias.



Oxfam Internacional es una confederación de 13 organizaciones con una filosofía similar y que trabajan conjuntamente con socios y colaboradores en todo el mundo para conseguir este cambio sostenible.

4 de febrero de 2009

2e, EL COCHE ECOLÓGICO DE LA FIRMA APTERA SE PONDRA A LA VENTA EN OCTUBRE




publicado en www.tuexperto.com




A partir del próximo mes de octubre ya será posible disfrutar del Aptera 2e. La popular firma californiana Aptera Motors ha anunciado que su próximo vehículo ecológico se pondrá a la venta en otoño de este mismo año, para todos los ciudadanos de California que quieran hacerse con él.



Justo se anuncia un año después de que comentáramos desde tuexperto la existencia de este modelo como prototipo. El deseado coche, que todavía se encuentra en fase de pre-producción, ya cuenta con 4.000 clientes potenciales que esperan ansiosos su marcha sobre las carreteras.




El 2e promete ser uno de los coches más aerodinámicos del mundo. De hecho, además de ser eléctrico, sólo pesa 772 kilos. A esto, hay que sumarle que puede correr distancias de hasta 100 kilómetros con apenas dos litros de gasolina y aprovechar la energía almacenada en su batería hasta llegar a los 160. Pero todo esto forma parte de la teoría. De momento, los ingenieros han pedido un poco más de tiempo para acabar con tranquilidad el que será uno de los vehículos más impresionantes del año. Y es que sólo hay que observar sus formas.




El caso es que, en la etapa de pre-producción Aptera ya tiene claro que el 2e podrá costar entre 32.000 y 60.000 dólares (entre 25.280 y 47.400 euros al cambio actual). Unos precios que se parecen mucho al de los otros dos vehículos espaciales y ecológicosque Aptera también piensa poner en circulación.

LA ENERGIA SOLAR ES EL FUTURO

Publicado en Ideal.com

La energía solar es el futuro y Almería cuenta con miles de horas de sol, que pueden ser aprovechadas para la producción de una energía. Por este motivo, la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería (Ashal) firmó ayer un convenio de colaboración con la empresa 9REN España, con el objetivo de impulsar las energías renovables en el sector hotelero y poner en marcha medidas de ahorro y eficiencia energética. Unas medidas que pueden provocar el ahorro de un 60% de energía, por ejemplo, a la hora de calentar el agua que se utiliza en el establecimiento.
Alrededor de un centenar de hoteles de la provincia se podrán beneficiar de este convenio. «Colaboraremos en la racionalización de la energía y las primeras medidas se concretarán en disminuir el consumo de los hoteles», explicó Antonio Martínez, presidente de Ashal.

AUMENTA LA ENERGIA EÓLICA INSTALADA EN LA UE


publicado en Finanzas.com


Bruselas, 2 feb (EFE).- La energía eólica instalada en la UE durante 2008 superó por primera vez la capacidad de producción de los demás tipos de energía, incluida la térmica o la nuclear, anunció hoy la Asociación Europea de la Energía Eólica (EWEA).


Las nuevas instalaciones eólicas representaron el 43 por ciento de la capacidad total de producción eléctrica puesta en marcha durante el año pasado en los Veintisiete países comunitarios.


La potencia eólica instalada en 2008 en la UE ascendió a 8.484 megavatios (MW), seguida por el gas con 6.932 MW, el petróleo (2.495 MW), el carbón (762 MW) y la hidroeléctrica (473 MW).


Así, la capacidad total de producción de energía generada por el viento en Europa es ya de 64.949 MW, lo que representa un incremento del 15 por ciento respecto a 2007.


La producción real podría ascender a 142 teravatios (Twh) anuales, lo que representaría el 4,2 por ciento de la demanda eléctrica de la UE y evitaría la emisión de 108 millones de toneladas de C02 cada año, equivalente a lo que producen más de 50 millones de automóviles.


"Los datos muestran que la eólica es la primera elección indiscutible para Europa en su intento de apostar por una energía limpia, autóctona y renovable", dijo del director ejecutivo de EWEA, Christian Kjaer, en un comunicado.
Por países, Alemania y España continuaron al frente del sector en la Unión Europea durante el año pasado.


Alemania registró un incremento en 1.665 MW de potencia instalada y totaliza 23.309 MW, mientras que en España se instalaron 1.609 MW y la capacidad total asciende a 15.145 MW.


EWEA destaca que países como Francia, Reino Unido e Italia están incrementando su capacidad y, ya son diez los países miembros que tienen más de 1.000 MW de capacidad total instalada.

BASURA ¿una desaprovechada aliada?


en el DÍA MUNDIAL DE LA TIERRA - escrito por Graciela Vera




Desde el año 1970, el 22 de abril (equinoccio de primavera en el hemisferio norte) en muchos países se celebra el Día de la Tierra.


El promotor de esta conmemoración fue el senador norteamericano Gaylord Nelson que a partir del año 1962 realizó una campaña para introducir el tema medioambiental en la agenda política del entonces presidente John F. Kennedy.


A la primera convocatoria respondieron más de veinte millones de terrícolas y desde entonces el conocimiento común de los problemas de la contaminación, la conservación de la biodiversidad y la concienciación del calentamiento global han ido en aumento.


De la bolsa de basura a la lamparilla eléctrica


No todos los desperdicios son desechos inservibles, el 65 por ciento de los que arrojamos a las bolsas de basura doméstica podemos reciclarlos para convertirlos en aliados.


En el lenguaje cotidiano solemos catalogar como basura todo aquello que ha dejado de sernos útiles para nuestros intereses inmediatos.


No producir basura en nuestros hogares es una utopía imposible de alcanzar. Sin embargo los desechos orgánicos aunque nos están asfixiando, podrían no formar parte de ningún problema e incluso ayudarnos.


No todos los gobiernos están concienciados de la necesidad de tratar la basura y darle a cada tipo el uso más adecuado para convertirla en socio favorecedor o, al menos un ente lo más inocuo posible para la vida del planeta.


El reciclaje nos permitirá darle a cada tipo de desperdicio un tratamiento adecuado.


Hay distintas clases de basura y distintas formas de regularlas. En este artículo nos limitaremos a opinar tan sólo sobre los desechos orgánicos, urbanos, ganaderos o agrícolas que son, quizás los de más fácil solución en beneficio del medioambiente.


En los vertederos de basura, comunes a todo el planeta, se producen gases que, debidamente encauzados, pueden transformarse en energía eléctrica que pase a formar parte del sistema de alumbrado de las ciudades y calefacción de nuestros hogares.


La producción de electricidad a partir de energías renovables abre paso a la electricidad generada por gas de vertedero, sin pensar demasiado en costes, representa una opción para que los gobiernos den una solución práctica, rentable y necesaria a buena parte de los dos mil millones de toneladas de basura anual, que ya ahogan al planeta.


Es un proceso que se inicia en la escuela.


No desvariamos al afirmar esto ya que el reciclaje es un aspecto fundamental y así como enseñar a reciclar a quienes ya cargamos décadas de malas costumbres sobre nuestros hombros puede resultar una tarea necesaria pero dificultosa, incrustar en la mente de los más jóvenes la necesidad de darle otra oportunidad a la Tierra, comenzando por hacer útil su basura, puede ser la opción que haga viable el futuro del planeta.


Los defensores y los detractores de la reconversión de la basura en energía mantienen abierta desde hace ya bastante tiempo una discusión que, como tantas otras parece quedar encasillada en términos de bueno y malo sin otorgar opciones intermedias.


No hablamos de un proceso cien por ciento limpio pero puede considerarse un eslabón intermedio que sigue a la energía solar o a la energía eólica en la producción energética basada en métodos renovables y, poniendo pro y contras en la balanza no deja lugar a dudas de su necesidad.


Lo cierto es que esta es una opción en la que poco se podría lograr si no hay una participación de todos; de cada uno de los que generamos esa basura, aprendiendo a reconocerla y a separarla al momento de desecharla.


Del vertedero a la red energética


Así como aprendimos a separar la basura antes de tirarla, es necesario aprender sobre los métodos que permitirán hacer de ella un elemento útil. Los desechos orgánicos y vegetales se utilizarán para producir calor mediante la combustión.


Hablamos de conversión termoquímica que se consigue a través de varias modalidades: pirolisis o sea descomposición térmica de materiales que contienen carbono; hidrogenación que es la obtención de hidrocarburos de desechos orgánicos; hidrogasificación, o sea la obtención de metano y etano al someter a elevadas presiones el estiércol y, por último la fermentación y destilación de la que se obtiene alcohol a partir de granos de de desechos vegetales.


Con las bacterias que requieren oxígeno o bacterias aeróbicas se utiliza la conversión biológica de la que podemos aprovechar el calor.


Como ejemplos podemos tomar el tratamiento de aguas negras y el de fertilizantes que, sometidos a procesos de descomposición producen gas combustible.


La descomposición necesaria para llegar a producir el gas necesario para iniciar el proceso de transformación en energía, demora entre seis y doce meses y se sostiene por muchos años con posibilidades de iluminar muchos hogares y sitios públicos y quizás en un tiempo no muy lejano dar razón a la FAO, organismo que considera factible su utilización para el transporte como substituto de los combustibles fósiles que a más de contaminar demasiado, nadie ignora que el tiempo terminará agotando.


Son razones sencillas, no muchos los gobiernos que operan en este aspecto, y por suerte tanto Uruguay como España lo están haciendo como muchos otros países de América y Europa.


Por todas las posibilidades que se abren y por la concienciación que se está incrementando en este aspecto no creemos desvariar al decir que la basura orgánica puede comenzar a celebrar con nosotros, terrícolas, el Día Mundial de la Tierra y nosotros, terrícolas, poner nuestro esfuerzo para que, dado un fin a éste, otros tipos de desechos no dañen como lo hacen ahora este preciosísimo planeta.



Desde Almería, en el sur del norte, a 25 de abril de 2006

DE QUÉ ECOLOGÍA ME HABLAN


Escrito por Graciela Vera


Hace ya mucho tiempo que dejé de creer en los pseudo ecologistas, que no en la ecología razonable y bien entendida en beneficio del ser humano, el que habitará mañana el planeta Tierra, pero también y priorizándolo quizás egoístamente, pero con sentido práctico de confortable supervivencia, los que hoy llevamos la carga de sostenerla.


La ecología no puede estar en la acera de enfrente del progreso sino sustentándolo para que éste se desarrolle con sentido medioambientalista.


Las organizaciones que se rasgan las vestiduras llevando adelante campañas, algunas veces necesarias pero muchas otras, ideológicamente equivocadas, no representan como creen o, esgrimen audazmente, el sentir de todo el resto de la población, a la que suelen –para justificarse- acusar de insensibilidad.


La prensa suele ser sensacionalista y el sensacionalismo es partidario. ¡Lamentable!, sólo se ve una cara de la moneda pero hay realidades que no dejan de hacerme fruncir el ceño.
Y sin que nadie me de respuestas sigo haciéndome preguntas:
• Una: ¿Los ecologistas ‘de vanguardia’ no trabajan, como lo hace el resto de los mortales? ¡Porque lleva cojones estar al pie del cañón todos y cada uno de los días del año!, si hasta parecen dirigentes gremialistas eximidos de cumplir funciones en sus trabajos habituales.• Y dos: Si me hago ecologista, y redundo, ‘de vanguardia’, porque debe saberse que en la ecología también hay diferente status a los que se llega no por estudios sino por no cuestionar doctrinas, ¿podré viajar por el mundo a expensas de los aportes de socios y benefactores?


Personalmente, y a pesar de considerar que me encuentro en una aceptable condición económica, me es imposible en un año y mucho más aún en pocos meses, estar levantando pancartas en Dinamarca, Irlanda del Norte, Uruguay, México, Canadá, Estados Unidos, España, Chile, Alemania, ríos, montañas, fiordos, o también…. ¡dejémoslo allí!


Creo que me dolerían las tripas si aceptara el donativo ofrecido por la misma multinacional que estoy acusando ¡vaya a saberse por qué mecanismo de dadivoso accionar terminaría aceptándolo! Después de todo eso de ‘a Dios rogando y con el mazo dando’ no deja de estar de actualidad.


Por otra parte viajar es muy contaminante, altamente contraditorio con la ecología salvo que nos desplacemos a pie, a remo o vela, pero generalmente las campañas internacionales se realizan bajando de los aviones, buses o automóviles. Por eso ‘de dinero y santidad, la mitad, de la mitad’.


Creo en la necesidad de tener conciencia ecológica y aplaudo las campañas que se sostienen sobre intereses nítidos y también aplaudo al ecologista que acertadamente o no, cree firmemente en la utilidad de su acción, pero no son todos; en este campo cacarean muchos, pero al separar la cáscara del grano se pierde mucha balumba.


Siempre me he preguntado si se puede detener el progreso que representa bienestar para millones, por un futuro incierto. ¿Quién tiene la certeza de que algo es bueno o malo?, además del Ser Supremo, por supuesto.


No precisamente alguien que pintó desparramando esmalte y contaminando papeles una pancarta sobre cuyo lema debe preguntar el significado, y que repite consignas que más se asemejan a un sutil adiestramiento de masas que a un análisis en profundidad de prós, contras, posibilidades y opciones reales y aplicables.


No basta decir ‘no me gusta’ porque a mi tampoco me gustan algunas cosas, como el poste que sobre un majestuoso cerro contamina el paisaje, pero muchos son los que cuentan con luz en sus hogares gracias a ese poste; no me gustan los lugares donde se utiliza radioactividad pero la radiación cura enfermedades y no sería lógico prohibir su utilización o la del yodo radioactivo y así podría seguir con los sí sobre los no.


Dicen que en nombre de la religión (cualquiera de ellas) se han cometido muchas barbaridades; sería lamentable que en el futuro se repita esta acepción también en nombre de la ecología.


¿Podemos impulsar el odio entre dos países hermanos por un ‘ecológico localismo’ que no resultó más que una fantochada con probados intereses turísticos? Esto sucedió en Uruguay con los autoproclamados ambientalistas entrerrianos.


Sin oir una voz de los abigarrados defensores de la ecología, ni en Uruguay ni en Argentina, ni en España donde el suceso parece ser información tabú, la empresa española productora de celulosa Ence, que ya mostró su ‘valentía’ cuando los ecologistas argentinos amparados por la ingerencia de su presidente ante el de España, lograron que saliera con el rabo entre las piernas, con bravuconadas que sin embargo, no amedrentaron a la paplera finlandesa Botnia, y que sólo cuando pudo comprobar el éxito de ésta, regresó para con el torpe beneplácito del gobierno uruguayo instalarse donde, con total desfachatez e intromisión, se lo señaló el de Argentina.


No hablaremos de la condicionada bendición medioambientalista que podría implicar este silencio, pero sí del desastre ecológico chucutamente callado, vale aclarar que no por todos los grupos ecologistas porque ya he dicho que los hay, con valederos y legítimos intereses por el medioambiente.


La empresa en cuestión taló 80 hectáreas de monte nativo de algarrobos, monte protegido; en su descargo argumentó que por un error en la interpretación de los planos había realizado intervenciones de limpieza en una zona que no le pertenecía, donde crecía, adyacente a sus plantaciones de eucaliptus, el monte en cuestión.


Una de dos: o la empresa no tiene buenos ingenieros, o quizás confundieron a nuestro país con los que aceptaron mucho hacia atrás y más al norte, los espejitos y cuentas de colores.
El gobierno uruguayo ordenó la suspensión temporal de todos los trámites que Ence está gestionando ante la Dirección Forestal para la construcción de su pastera, pero en los hechos, el monte nativo ya ha sido diesmado y no he visto la foto de ningún medioambientalista encadenado a uno de sus árboles ni de una reina semidesnuda paseando carteles.


Tampoco he leído fuera de la prensa uruguaya, ni he visto que los medios ecologistas den cobertura al desagüisado. Pero con seguridad lo harían sin demora si Botnia lanzara una bocanada más de humo que lo habitual, o si el Ministro de Ganadería y Agricultura de Uruguay obligara a los españoles a reforestar la zona talada con ingentes algarrobos y regar ‘con amor’ esas plantaciones hasta que los arbolitos crezcan y den sombra.


Y en esto de la defensa del medioambiente ¿Cómo andamos por la provincia de Almería?


Porque aquí sí que se chilla en nombre de la ecología, pero a la pobrecita se la viste con tanto lastre, que los reclamos ya no engañan más que a los encandilados de siempre.


¿Se puede jugar con el porvenir de pueblos que tendían a desaparecer, por una mal utilizada prepotencia de mando político? Esto sucede en España, con pueblos costeros y serranos de la provincia de Almería y precisamente con aquellos lugares donde el gobierno local no coincide ideológicamente, con el nacional.


La perorata ecológica mal entendida me indigesta, pero cuando se politiliza ya me resulta repugnante.


Almería fue hasta mediados de la última mitad de siglo pasado, una tierra paupérrima a la que las demás provincias menospreciaban llamándola despectivamente, tierra de lagañas y esparto.


Campos secos, sin agua; arena y roca que se transformó en un oasis y la tierra ocre se vistió del blanco de los plásticos que cubren los cada día más tecnificados invernaderos.
Almería ha pasado a estar entre las primeras provincias del país con mayores ingresos per capita.


Fue tierra de emigración y hoy es tierra de inmigración; ofreció mano de obra barata y hoy la solicita.


Pero no es sólo agro. Almería tiene también uno de los paisajes más espectaculares y ambas cosas, progreso agrario y turismo provocan dentera en el resto de la Comunidad.


En Almería el Mediterráneo es más caliente que en otros puntos de Andalucía mejor promocionados turísticamente; en Almería hay una limpidez de atmósfera, 320 días de sol asegurados y un concepto de hospitalidad que podrían catapultarla al primer orden turístico, pero en la realidad y con el aplauso del ecologismo de pacotilla, Almería ha quedado relegada a cotos de tortugas moras, flamencos, matas de esparto y palmas que como la závila y otra flora del lugar son originarias del desierto mexicano, afincada por similitud en este clima tras fortuita y penosa emigración.


Una defensa del medioambiente - que no se practica tan empecinadamente en otros lugares de Andalucía y España en general - ha coartado la superación y bienestar de los almerienses.


• Pueblos a punto de convertirse en fantasmas han resurgido de la mano de los ingleses, nuevos pobladores que traen savia nueva y libras esterlinas para fortalecer la insuficiente economía de esos lugares.


En este tiempo la única diferencia fue la construcción de chalets en las laderas de la montaña (sin quitar belleza a las mismas) que han dado lugar al asentamiento de nuevos habitantes: los ingleses de la España rural de hoy, que buscan integrarse y disfrutar del clima de la provincia.


Pero estas nuevas construcciones como otras en distintos puntos de la provincia están amenazadas de ser derruídas porque, políticamente se buscó a la ecología como excusa y ecológicamente se interpuso la política como fundamento.
La economía de cientos de pueblos españoles en los que ya iban quedando muy pocos habitantes se reflotó con la llegada de los ‘guiris’, inmigrantes dentro de la misma Europa con la diferencia respecto a otros extranjeros, de que llegan atraídos por clima y beneficios médicos pero, trayendo divisas.


Hoy los diarios británicos alertan a los ingleses para que no compren propiedades en España. Y es lógico que no lo hagan cuando su buena fe se ve pisoteada por el Gobierno con acciones que ni siquiera son medidas con igual balanza para todos, sino que la respuesta depende, en buena medida, de si las autoridades del pueblo en cuestión son de la misma orientación política o de la oposición. ¡Lamentable, pobre España y pobre Almería!


• Parques naturales como el parque terrestre y marítimo de Cabo de Gata a 30 kilómetros de la capital, son una joya para el desarrollo turístico. Y hablamos de turismo responsable donde se planifique en sus 12.000 hás más la milla de franja marina cualquier tipo de avance edilicio o amplicación de infraestruturas turísticas que hoy por hoy están vedados.
El parque es disfrutable para unos pocos, porque no todos pueden desplazarse por su extensión como sucede en otros sitios también protegidos ¡y muy bien por cierto!, del planeta.


Y mientras el ecologismo pretende que se crea que se trata de la protección de algunas especies que ni siquiera son autóctonas de la región, poco se hace por salvaguardar las sí amenazadas y difíciles de recuperar, praderas de poseidonea en el Mediterráneo.


Hay lugares de gran belleza paisajísticaque la provincia no puede mostrar a los turistas porque éstos no llegan por falta de infraestructura vial adecuada, servicios en condiciones y, sobre todo, comodidad para poder visitarlos sin tener que ser expertos en trekking o mountain bike.


El turismo no es antiecológico, la falta de planificación lo es y la ecología mal interpretada es sentenciar a mucha gente, a volver a tiempos de pobreza y soledad.
Pienso que si la ecología fuera soledad y el respeto al medioambiente fuera sinónimo de ruina económica, éstos serían nocivos para el planeta y entonces no habría reinvindicaciones.


Pero es todo lo contrario, una y otro son sinónimos de progreso, salvo que nos topemos con los verdaderos depredadores: los levanta pancartas de turno hablando en nombre de fantoches inmorales.



Desde Almería, en el sur del norte, a 21 de agosto de 2008

28 de enero de 2009

CONTINENTES DE PLASTICO


Escrito por Graciela Vera


La mayor parte de la basura que se genera en nuestros hogares se compone de plásticos, botellas, frascos, envoltorios de alimentos, embalajes de aparatos y, hasta éstos mismos.


Buena parte de estos residuos inorgánicos van a parar al mar, y la basura que se acumula en éste no proviene, como podría suponerse, de desperdicios arrojados desde embarcaciones sino que en un porcentaje del 80 por ciento provienen de tierra firme.


En el mar pueden encontrarse casi todo tipo de residuos como plástico, goma, metal, madera, vidrio…, pero si uno nos preocupa especialmente es el primero por tratarse de un material que con el mejor de los pronósticos, permanecerá indestructible por décadas, llegando en muchos casos, ayudado por la protección que la propia agua le da de los rayos solares, a durar más de cuatrocientos años. Todas las grandes superficies líquidas han sido utilizadas como basureros.


Comenzamos por los ríos y cuando éstos ya no pudieron absorber más inmundicias, seguimos por los mares, lagos, océanos y la realidad actual es que el maravilloso azul del Mediterráneo – un mar de aguas tan traslucidas que toma para sí el reflejo del color del cielo- puede llegar a cambiar radicalmente y sus cristalinas aguas están en peligro de empañarse porque en su fondo ya se acumulan más de tres mil unidades de basura por cada kilómetro cuadrado.


Y no nos engañemos, lo que se agolpa en los fondos es lo que no se desintegrará por lapsos de tiempo más allá de pronósticos.


No sólo el mar Mediterráneo se ha convertido en un enorme basurero, los mares Caribe, Celta (Irlanda), del Norte, de los Sargazos; los golfos de Vizcaya y León y las costas americanas, españolas, italianas, francesas e indonesias, están entre los lugares que acumulan mayores cantidades de basura.


La fauna y la flora marina sufren la desaprensión de los humanos. Pero tampoco esto es novedad ¿acaso se podía esperar que lo que sucede diariamente sobre la superficie de la tierra firme no ocurriera también bajo la superficie de los mares?

No hace tanto tiempo que los grandes cementerios de neumáticos en el fondo del mar fueron motivo de polémicas y buenas intenciones durante, …digamos que por el tiempo que duró la atención en una información sobre la que se pasó página como si con ello fuera suficiente para deshacer el entuerto. Por entonces se habló de catástrofe y destrucción del lecho marino y hubieron promesas y proyectos de recuperación.


Visto a la distancia no podemos más que reírnos de nuestra inocencia. ¿Realmente pudo alguien creer que a esta altura se puede salvar el mar extrayendo alguna cosita de por aquí y alguna otra de por allá? La enfermedad es muy grave y el remedio que se aplique debe ser un tratamiento de shock.


Los fondos marinos son ya enormes vertederos a los que se agregan cada año seis millones y medio de toneladas de desperdicios que no siempre caen a éstos y quedan flotando sobre o a media agua.


La naturaleza es sabia, aún para pedirnos clemencia; si quedaran sumergidos muchos de nosotros seguiríamos desconociendo el alcance de lo que hemos, por indolencia, sido capaces de hacer.


Pero los hombres somos tontos y cuando las costas se cubren de la vuelta que hacen los mares, en lugar de retirarlos prontamente los dejamos para que reinicien un viaje casi sin fin y, cansados de pedir que les hagamos caso, dejen de llegar y nosotros podamos, idiotamente pensar que han desaparecido.


Nos asustamos de las playas sucias y no pensamos que eso es apenas una muy ínfima parte de lo que han recibido las aguas.


En el pasado los residuos que iban a parar al mar terminaban degradándose o servían de alimento a sus habitantes.


Pero los nuevos deshechos no son degradables ni resultan inocuos, por el contrario muchos liberan sustancias tóxicas, además los plásticos pueden actuar como verdaderas esponjas químicas que concentran los contaminantes que se han vertido a las aguas y todo ello, poco a poco va pasando a la cadena alimenticia.



¿CONTINENTES DE BASURA?


Los plásticos más livianos que caen al mar permanecen en la superficie, ondulan llevados por las corrientes formando un río mortal para muchos seres.

Hoy día la cantidad es tal, que en algunos lugares ha formado una red en la que se sostienen desperdicios más pesados. Posiblemente comenzó pareciéndose a una balsa, pero actualmente su tamaño supera todo lo previsible.


Concretamente hay dos grandes manchas de desperdicios flotantes en el Océano Pacífico. Una de ellas, del tamaño de Alemania, se encuentra cerca de Japón.


La otra
gran mancha de bascosidades tiene una superficie superior a dos veces el tamaño de los Estados Unidos y gira siguiendo las corrientes entre la costa oeste de este país, a unas 500 millas náuticas desde California.

Las dos manchas de basura que tienen unos diez metros de profundidad se encuentran a ambos costados de Hawai, entre la isla y la costa americana y entre la isla y Japón.


Es un conglomerado de basura que crece a un ritmo vertiginoso, y que según investigaciones de la Algalita Marine Research Fundation* ha alcanzado ya un peso superior a los 3,5 millones de toneladas y concentra más de 3,3 millones de desechos por kilómetro cuadrado de los que el 80 por ciento son plásticos.


Se trata de otra de las obras con las que la humanidad acelera, cada día un poco más, la destrucción del planeta.


Desde Almería, en el sur del norte, a 19 de febrero del 2008


Algalita Marine Research Fundation, organización estadounidense dedicada a la protección , investigación, educación y restauración del medio marino. Fundada por Richard Moore después de descubrir éste, el nuevo e indeseado ‘continente flotante’, manifestó que "si algo está claro es que estamos ahogando el mar en plásticos. Aunque se aumenten los gastos en limpieza de playas y fondos marinos, la basura vuelve con insistencia. Por ello, es preciso abordar el problema desde su origen y afrontar un cambio cultural que nos haga asumir que el mar no es un vertedero".