Oxfam acaba de publicar un estudio en el que advierte de la vulnerabilidad extrema de los países pobres frente al cambio climático y solicita a los países más desarrollados, de cara a la cumbre del G-8, que dispongan de recursos financieros adicionales para solucionar el problema.
El calentamiento global ya está azotando con dureza a la población más pobre del mundo. El informe asegura que el cambio climático en la atmósfera está afectado las zonas de pobreza y en vías de desarrollo, desde el acceso a la comida y al agua potable, pasando por la sanidad y la seguridad de los poblados con menos recursos.
Está claro que si no se inician medidas urgentes, los avances conseguidos en las últimas décadas se perderán definitivamente.
Oxfam afirma que una de sus mayores preocupaciones es el impacto de un clima adverso e inestable en la agricultura, ya que los agricultores de los países pobres están perdiendo grandes cantidades de cosecha por culpa de las olas de calor, las lluvias torrenciales y la poca fiabilidad de las estaciones.
Ya son más de 26 millones de personas que han tenido que emigrar para poder sobrevivir a los efectos del cambio climático. Ese dato es pura estadística, pero detrás hay gente real que sufre las consecuencias.
Oxfam Internacional es una confederación de 13 organizaciones con una filosofía similar y que trabajan conjuntamente con socios y colaboradores en todo el mundo para conseguir este cambio sostenible.
8 de julio de 2009
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